Ayer, 10 de
septiembre, tuvo lugar en el ayuntamiento el que podríamos considerar como
primer Pleno Ordinario “normal” de esta nueva legislatura, ya que los
anteriores habían estado básicamente dedicados a constituir los órganos que
funcionarán durante estos años y a encajar de la mejor manera posible los
“regalos” ocultos que la anterior alcaldesa y su equipo han dejado a nuestro
pueblo en forma de sentencias desfavorables y deudas o compromisos no conocidos.
Este pleno, no
obstante sus buenos resultados finales, bajo nuestro punto de vista se hizo
innecesariamente largo y denso, principalmente de dos razones: parte de las
medidas presentadas por el equipo de gobierno incomprensiblemente no habían
pasado antes por la comisión correspondiente para su estudio y valoración, y
por otro lado, persiste la mala costumbre arraigada en el alcalde y en el PP de
hacerse largos reproches mutuos, que a veces incluso rozan la descalificación
personal. Del PP nos gustaría que hiciera menos preguntas retóricas, que
recordara y asumiera lo que resuelven las comisiones, que trajera más
propuestas concretas viables y sobre todo, que fuera más consciente de cómo fue
su gestión pasada a la hora de exigir a los demás. Al alcalde, que no suele
iniciar este juego de descalificaciones pero entra fácilmente en él, le
recomendamos sinceramente que modere sus formas y no caiga en las trampas que
le pone cierta parte de la oposición. La importancia de su responsabilidad le
obliga a conservar la calma y las formas en todo momento. Nos encantaría ver
superado el estilo que tuvieron los plenos de la legislatura pasada.
Aparte de otros
puntos, en este pleno se trataron estos asuntos del máximo interés para
nosotros: el destino que daremos a los casi 500.000 euros disponibles aportados
por la Comunidad de Madrid a través del Plan Prisma, la aplicación de la Ley de
Memoria Histórica a nuestro callejero y la conveniencia de sustituir la bandera
española que ondea en el mástil de la plaza del Ayuntamiento por otra de
Europa, así como la retirada de la placa militarista que la acompaña.
El gobierno
local, que con esfuerzo va controlando progresivamente el caos organizativo y
económico recibido, presentó un proyecto de cambio de prioridades a las que
destinar los fondos del Plan Prisma (de algo menos de 500.000 euros).
Propusieron reemplazar el asfaltado de ciertas calles, que era la intención
inicial, ya tramitada por el anterior gobierno, por la construcción de un buen
gimnasio y una amplia sala de uso polivalente junto al campo de fútbol. Como
dijimos antes, esta propuesta, seguramente por la urgencia de los plazos, que
obligan a presentarla antes de que acabe
el año, no llegó a tratarse en la comisión correspondiente, por lo que recién
pudimos conocer algunos de sus detalles en el pleno.
Explicado por el
concejal de deportes este proyecto de su programa electoral, nuestros
representantes reconocieron su utilidad, pero coincidiendo con el resto de
grupos, fueron contrarios a su aprobación por no considerarlo prioritario en
este momento, y tras mostrar otras alternativas, respaldadas por datos,
pidieron retrasar la votación sobre este plan hasta un nuevo Pleno
Extraordinario dentro de 15 días. Por lo tanto, en estas dos semanas deberemos
trabajar rápido y bien para encontrar el mejor destino posible para ese medio
millón de euros (que solo pueden gastarse en inversión). La idea de IU –
Ganemos es que la parte sustancial del mismo sí debería destinarse a asfaltar las
calles más deterioradas del pueblo, atendiendo una demanda vecinal conocida desde
hace mucho tiempo. También vamos a proponer, como ya adelantamos en el pleno,
rehabilitar al menos un local municipal, para dar cabida en él a propuestas que
puedan resultar de interés general.
Del resto de
puntos tratados no tenemos comentarios.
Cuando se
terminó la votación del último punto del orden del día y llegó el momento de
presentar mociones, el grupo IU – Ganemos aportó dos: la primera, de la que nos
sentimos especialmente orgullosos, exigía el cumplimiento de la ley vigente cambiando
el nombre franquista de la actual plaza de la V Bandera (de Falange) por otro
acorde con los valores democráticos asumidos por todos. Con el rotundo “sí” que
cosechó esta propuesta (8 votos a favor y tres abstenciones, todas del PP),
nuestro pueblo sin duda supera una etapa. Han debido pasar 40 años de régimen
constitucional hasta que se ha podido dar el paso de dejar de homenajear al
ejército que en 1936 se sublevó contra el gobierno legítimo, pero esto no resta
valor a esta decisión. Por nuestra parte, dedicamos este modesto pero
importante triunfo a todas y todos los que defendieron la democracia hasta con
sus vidas cuando aquella fue atacada y destruida, y aunque la enorme mayoría de
ellos ya no están físicamente y no pudimos conocerlos, les agradecemos profundamente
el ejemplo que siempre son para nosotros.
La segunda
moción que presentaron nuestros concejales pedía que la bandera española que
está en el mástil que se puso hace pocos años en la plaza principal del pueblo
sea sustituida por una de Europa. Expusimos que la ley exige que en el balcón
del ayuntamiento de un municipio de nuestro tamaño estén presentes tres
banderas: del país, de la comunidad y local, y que no vemos sentido a que una
esté repetida mientras que no tenemos la europea, que no es obligatoria pero
que también nos representa. Esta segunda moción también fue aprobada,
mereciendo seis votos favorables, tres en contra y dos abstenciones. También
será retirada la placa con un equívoco texto militarista que acompaña esta
bandera; la mayoría del pleno consideró que no son pertinentes este tipo de
exaltaciones en un lugar de marcado carácter civil.
El receso de
verano motivó que durante semanas no escribiéramos nada en nuestros medios de
difusión, pero ahora que la legislatura
se ha puesto en marcha de verdad, el trabajo por cambiar Quijorna se ha vuelto
a activar con fuerza. Esperamos verte en los plenos y en la calle. La primera
ocasión será mañana a las 10 horas, cuando tod@s estamos convocados a
participar en la limpieza voluntaria del arroyo en la zona cercana a nuestro
colegio público.
Gracias.